La leche de almendras es un producto muy adecuado para sustituir la leche de vaca en aquellos casos en los que se tiene intolerancia a la lactosa, celíacos o con problemas de colesterol, pues a pesar de que en apariencia es igual que la leche de vaca, a nivel nutricional está libre de todos estos componentes.
También usada en dietas de control de peso por su bajo contenido en calorías. Además, es fuente de antioxidantes, minerales esenciales, potasio, omega 6, calcio y vitaminas. Además tiene un rico sabor a frutos secos. Si comparamos las 140 calorías que contiene un vaso de leche de vaca frente a las 40 de un vaso de leche de almendras, veremos claramente porqué es el producto idóneo para perder peso.
Podemos hablar de otras de sus bondades como la vitamina E, antioxidante que actuará de preventivo contra el envejecimiento y el cáncer. También es fuente de fibra, por lo nos ayuda a limpiar nuestro organismo, protege la pared intestinal y regula la absorción de azúcares.
Es la alternativa más beneficiosa a la leche de vaca.
En qué casos no debemos usar la leche de almendras
Hay casos en los que este producto nos hace más mal que bien, por eso debemos tener mucho cuidado si:
– Padecemos de tiroides: entre sus componentes hay unas sustancias químicas naturales llamadas bociógenos que provocan una falta de absorción del yodo. Si tomamos esta sustancia en grandes cantidades, nos puede llevar a que la tiroides se expanda y se formen tumores.
– Alto contenido en azúcares: es conveniente revisar la etiqueta para ver las proporciones de azúcar que contiene, ya que por lo general, en su comercialización se le añade azúcar para hacer su saber más agradable. Es más saludable tomarla sin azúcares.
– No apta para el consumo para lactantes: nunca debe sustituirse la leche especial para lactantes o la leche maternal por leche de almendras, pues estaríamos poniendo la nutrición y la salud del pequeño en peligro. Y probablemente pudiera tener secuelas a futuro, pues podríamos favorecer los problemas de tiroides.
Preparando nuestra propia leche de almendras casera
Tan solo necesitarás:
1 taza de almendras crudas
3 tazas de agua
sal
azúcar
Deja las almendras en agua durante una noche. Después lava y quita el exceso de humedad. Mezcla con el agua y licualas durante 10 minutos aumentando la potencia de la licuadora progresivamente.
Cuando obtengas un líquido blanco, añade algún endulzante como miel o azúcar de caña y un pellizco de sal. Filtra el liquido resultante y ya tendrás tu propia leche de almendras casera. La puedes usar como hacías con la leche de vaca: para tomar con té o café, con cereales o natural.
Es perfecta también para hacer salsas más ligeras o para usar en otra recetas de cocina.
La entrada BENEFICIOS DE LA LECHE DE ALMENDRAS aparece primero en Barcelona Alternativa.